
Versatilidad de Aplicación
Las fachadas textiles son aptas para todo tipo de edificios, de pequeña o gran escala. Las mismas son adaptables a las distintas necesidades y posibilidades de los mismos.
La capacidad para realizar envolventes de grandes superficies en tiempos altamente reducidos posibilitan la renovación de proyectos y convierten a las fachadas textiles en el elemento más revolucionario e innovador en este campo.
Por lo general se utilizan con frecuencia en edificios nuevos y en rehabilitación, edificios industriales, administrativos, centros comerciales, aparcamientos, etc.
Colores
Existe una amplia gama de 27 colores que abarca todo el circulo cromático. La membrana presenta una superficie mate de un lado y nacarada o metálica del otro, permitiendo distintos acabados.
Posibilidades Formales
Las fachadas textiles son un campo para el desarrollo de la creatividad y la imaginación, ya que su sistema altamente flexible posibilita la materialización de formas no convencionales. Se pueden lograr tanto fachadas planas como fachadas en 3 dimensiones que generan un alto impacto visual potenciando el conjunto arquitectónico.
Alternativas de Bordes
Los bordes de los paños tensados pueden resolverse de distintas maneras. Esto dependerá del sistema de tensado y de la imagen requerida.
Bordes sueltos
En este caso los paños de tela se tensan desde sus vértices.
Para tensar los bordes se dispone un elemento flexible (soga o cable) con elementos de regulación fijados a los mismos vértices.
Bastidores "exentos"
Los distintos mecanismos de tensado, se distribuyen a lo largo de los bordes. Pueden ser:
- Zig Zag de soga
- Cintas con mecanismos de tensados
La estructura rígida acompaña el perímetro de la tela y generalmente queda a la vista.
Bastidores incorporados
En este caso el perímetro completo del paño de tela presenta en todo su desarrollo dispositivos de fijación que pueden ser:
- Tornillos, que fijan la tela por tramos regulares. En este caso la tela se sostiene en tensión hasta que queda fijada por los tornillos.
- Relinga: el borde de la tela se enhebra en un canal incorporado en el bastidor. El bastidor, sujetando a la tela, luego deberá ajustarse para adquirir la tensión necesaria.
- Mordaza: en el borde de la tela se fija un dispositivo, que se posicionará en el interior del bastidor. Al tensionar la tela, este dispositivo se "acomoda", trabándose con la cara interior del bastidor a través de un borde dentado.